La ventaja de la pesadora supervisada mediante cámaras resulta obvia: gracias a la reacción automática a los datos de imagen 3D, este sistema garantiza un llenado controlado y exacto de los cangilones de pesado. La optimización del flujo de producto se traduce en tiempos de dosificación más cortos y menos llenados excesivos. Esto se asocia a un incremento de las posibilidades de combinación, incluso con productos de difícil transporte, como ensaladas, quesos o carnes. Esto supone un mayor rendimiento, una mayor precisión y una menor pérdida de producto.